Los libros pop up o libros animados
Son libros que, utilizando diferentes técnicas de papel o cartón,
hacen las delicias de los niños (y los no tan niños)
¡desde finales del siglo XVIII!
recreando escenas
de los cuentos en tres dimensiones...
Considerados por los estudiosos de la literatura infantil
y juvenil como verdaderos
"artefactos de la fantasía y la memoria",
han sido, desde su aparición, un placer visual y artístico
que difícilmente puede disgustar a alguien...
Es cierto que si de jóvenes o niños hemos tenido alguna vez
uno de estos libros en las manos,
resultará difícil que se haya borrado de nuestra memoria.
Alicia en el país de las maravillas, El Gato con botas... desde
cuentos populares a verdaderas obras de teatro o conciertos de
Tchaikovski (hoy en las librerías venden los librosteatro acompañados
de la música y los diálogos escritos de los personajes, una preciosidad
para niños y mayores...).
Hoy en día son miles los amantes de los libros pop up,
cuya afición e investigación se concentra en los países anglosajones
y en Europa Central, especialmente en la República Checa.
En España aún existen pocos estudios, y ello ha hecho que
este tipo de libros sea poco conocido.
El término pop up, de raíz anglosajona,
fue creciendo en la primera mitad del siglo XIX y hace referencia
a los elementos tridimensionales, físicos o interactivos,
que se utilizan para realizar imágenes o ilustraciones.
Nuestra cultura latina alude a ellos de muy diversas maneras:
libros animados, movibles, desplegables, en relieve,
articulados o mecánicos,
pero universalmente se les conoce como pop up.
La ilusión de vida presente en ellos
se logra mediante el plegado y recortado del papel
en complejas elaboraciones técnicas llamadas "ingeniería del papel".
(De hecho, a los grandes artífices de estas maravillas
ya se les denominaba desde los primeros tiempos como
los "ingenieros del papel").
Ya desde hace nada menos que 700 años,
artistas y diseñadores se han esforzado por
superar las dos dimensiones del libro y han inventado
complicados artilugios para agregar movimiento y profundidad
a las imágenes: mecanismos giratorios,
aletas de movimiento, láminas levantadas...
Hasta el siglo XIX, los mecanismos movibles
fueron utilizados en el campo de la enseñanza
¡y de la educación superior! Se conoce algún
libro de este tipo como algunas obras de obstetricia.
La muestra más temprana la tenemos en el siglo XIII
con el poeta y místico Ramón Llull
que elaboró un disco giratorio en papel
para ilustrar materias astrológicas.
Pero no sería hasta la Revolución Industrial
cuando empezó la edad de oro del libro animado para niños.
El trabajo a mano de montaje de las piezas se abarató y
la burguesía demandaba estos libros-juegos para sus hijos.
En España fue durante la Segunda República, en el año 34,
el momento en que, por medio de la Editorial Molino
-que se hace con los derechos de importación de la editorial Blue-
se comienza a editar estos maravillosos libros.
Son libros que, utilizando diferentes técnicas de papel o cartón,
hacen las delicias de los niños (y los no tan niños)
¡desde finales del siglo XVIII!
recreando escenas
de los cuentos en tres dimensiones...
Considerados por los estudiosos de la literatura infantil
y juvenil como verdaderos
"artefactos de la fantasía y la memoria",
han sido, desde su aparición, un placer visual y artístico
que difícilmente puede disgustar a alguien...
Es cierto que si de jóvenes o niños hemos tenido alguna vez
uno de estos libros en las manos,
resultará difícil que se haya borrado de nuestra memoria.
Alicia en el país de las maravillas, El Gato con botas... desde
cuentos populares a verdaderas obras de teatro o conciertos de
Tchaikovski (hoy en las librerías venden los librosteatro acompañados
de la música y los diálogos escritos de los personajes, una preciosidad
para niños y mayores...).
Hoy en día son miles los amantes de los libros pop up,
cuya afición e investigación se concentra en los países anglosajones
y en Europa Central, especialmente en la República Checa.
En España aún existen pocos estudios, y ello ha hecho que
este tipo de libros sea poco conocido.
El término pop up, de raíz anglosajona,
fue creciendo en la primera mitad del siglo XIX y hace referencia
a los elementos tridimensionales, físicos o interactivos,
que se utilizan para realizar imágenes o ilustraciones.
Nuestra cultura latina alude a ellos de muy diversas maneras:
libros animados, movibles, desplegables, en relieve,
articulados o mecánicos,
pero universalmente se les conoce como pop up.
La ilusión de vida presente en ellos
se logra mediante el plegado y recortado del papel
en complejas elaboraciones técnicas llamadas "ingeniería del papel".
(De hecho, a los grandes artífices de estas maravillas
ya se les denominaba desde los primeros tiempos como
los "ingenieros del papel").
Ya desde hace nada menos que 700 años,
artistas y diseñadores se han esforzado por
superar las dos dimensiones del libro y han inventado
complicados artilugios para agregar movimiento y profundidad
a las imágenes: mecanismos giratorios,
aletas de movimiento, láminas levantadas...
Hasta el siglo XIX, los mecanismos movibles
fueron utilizados en el campo de la enseñanza
¡y de la educación superior! Se conoce algún
libro de este tipo como algunas obras de obstetricia.
La muestra más temprana la tenemos en el siglo XIII
con el poeta y místico Ramón Llull
que elaboró un disco giratorio en papel
para ilustrar materias astrológicas.
Pero no sería hasta la Revolución Industrial
cuando empezó la edad de oro del libro animado para niños.
El trabajo a mano de montaje de las piezas se abarató y
la burguesía demandaba estos libros-juegos para sus hijos.
En España fue durante la Segunda República, en el año 34,
el momento en que, por medio de la Editorial Molino
-que se hace con los derechos de importación de la editorial Blue-
se comienza a editar estos maravillosos libros.
Hoy en día, los libros movibles contienen sofisticados mecanismos
y una complejidad técnica (incorporación de sonidos y luces),
de manera que ya no pueden ser obra de una sola persona,
sino que se fabrican en cadena. No es así en países como
México, Colombia o Singapur, pero sí en los occidentales.
Quizá parte de su magia se ha perdido,
pero siguen ejerciendo una poderosa fascinación
en niños y...
en los no tan niños...
Incluso podemos encontrar una trasposición
del arte contemporáneo más abstracto
a los libros pop up.
Aquí os dejo este video:
¿Un original regalo para estas Navidades?
Desplegamos la imaginación, como en este antiguo circo. |
Puentes como éste nos hacen viajar y soñar... |
3 comentarios:
¡Me encantan! Hubo una exposición en Revilla hace un par de años que me terminó por enamorar del todo. Descubrí que hay muchos tipos de libros pop up y conocí a David A. Carter, que hace libro-juegos con un estilo muy moderno. Le regalé a Natxo un libro suyo que se llama "El 2 Azul", muy guay. Y hace poco he visto en una tienda un libro pop up con ilustraciones de Escher ¡impresionante!
¡Diana, me alegro de que te gusten! A mí, como ves, me encantan. Voy a buscar a Carter a ver qué encuentro, seguro que es bueno. Muchos besos.
¡Ya sé quién es Carter! ¡Si recuerdo el libro de Natxo! He añadido un video donde se ve uno de sus libros pop up.
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